La Pandemia y el Desarrollo Emocional

Hemos aprendido la enorme importancia del autocuidado en nuestra vida. Antes este término se refería básicamente a actividades como: hacernos las uñas, lavarnos los dientes, arreglarnos el pelo, ponernos mascarilla en la piel e incluso a salir de vacaciones para tomar un descanso. Pero a raíz de la Pandemia hemos visto la necesidad de otro tipo de actividades para cuando se atraviesan momentos difíciles.

Hemos tenido que ir descubriendo maneras adecuadas para tranquilizarnos y poder manejar mejor el encierro por la cuarentena, y el estrés que produce. Ese manejo se aprende con el “desarrollo emocional”, son estrategias para fortalecer la resiliencia (capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas). Todos hemos recurrido a actividades que se utilizaban desde antes de la Pandemia, y que sabíamos que realizarlas nos devolvía la tranquilidad.; como por ejemplo, caminar, leer o ver T.V. Pero también hemos buscado otras estrategias: cantar a voz en cuello, escribir, hacer yoga, la meditación. 

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Es decir, se han requerido y buscado nuevas maneras de “desfogar” la ansiedad. Hemos necesitado estas nuevas estrategias para cuidarnos de manera más efectiva y aprendimos nuevas formas de manejar el estrés. Será útil incorporarlas a la vida diaria. Todas estas estrategias hacen parte del auto cuidado emocional. Toda la situación que ha generado estrés en las personas y familias ha confirmado la necesidad de no dejar el desarrollo emocional al azar.

En Por Un Mañana, desde 1995 hemos desarrollado un programa de Desarrollo Emocional para niños en edad pre-escolar. Somos conscientes que esta “materia” es de importancia vital. Este programa inicia desde el momento en que el niño se matricula en el jardín, con actividades que sirven para facilitar la transición del ámbito privado al mundo público. 

Trabajamos con estrategias concretas, y una cartilla (a partir de los tres años). Así vamos llevando a los niños a conocerse, a aceptarse, y a quererse. A conocer a su familia y al otro (amigos y el grupo) a conocerlos quererlos y respetarlos. Trabajamos el conocimiento de las emociones y cómo manejarlas y expresarlas adecuadamente. Trabajamos él autocontrol. Enseñamos a agradecer, a apreciar, a ponerse metas: Y ¡a Perseverar! Y muy importante a resolver conflictos.

Parece mucho… y ¡lo es! Pero así, desde pequeños vamos aprovechando todas las situaciones que se presentan en el día a día para que sepan que existen dificultades y tienen solución. . El motivo de este escrito es animarlos a acompañarnos en este esfuerzo de manera consciente y a continuar haciéndolo en la primaria y durante el bachillerato. Además recuerden que ustedes son el mejor modelo y el ejemplo.

¡Es un aspecto de la formación que no podemos descuidar!

Mariluces Amaya Lee 
Socia Fundadora