Llamar lo que no es como si lo fuera es mi lenguaje favorito, es un don de Dios y los niños y niñas son especialistas al hacerlo. Te llevan a un mundo diferente, a otra realidad.
Me gusta jugar con ellos, hacen que todos los días sean diferentes y extraordinarios en Gato Teo. A sus cortos años de edad ya han obtenido más títulos que cualquier profesional; son bomberos, policías, princesas, profesoras, médicos, cocineros y mucho más.
Sus ideas locas y creativas no dejan de sorprenderme. Me llevan a jugar en su realidad. Una canasta plástica es un carro de carreras. Una cuerda es la manguera del bombero. Una torre de bloques, el panal de las abejas; y un vaso plástico, la nariz del cerdito.
Es otra realidad. Juguetona realidad:
Los patos y pollitos parecen gatos.
Los conejos corren y trotan como caballitos.
Las cebras se mueven como peces en el agua.
Las jirafas trabajan como hormigas.
Los leones nadan como pulpos.
Los elefantes y micos son águilas.
Los dinosaurios y tigres reinan en la selva, en el bosque y en la granja.
Desde arriba todo se ve diferente, desde abajo también. A columpios, naves espaciales, aviones, barcos y submarinos algunos suben, otros se bajan. Oyes decir ¡más rápido!, ¡más despacio! Algunas miradas dicen ¡bájame! Otras ¡no me quiero ir! Risas van y vienen.
Aquí entre nos, el otro día un cocodrilo me quería comer y por poco una serpiente me muerde. Pero yo fui valiente, amarre al cocodrilo y puse bajo mis pies a la serpiente ¡jajaja! le pise la cabeza. Al rato me encontré a un gigante pero lo derribe con una pelota de punticos. Pronto llegué al río, me di una zambullida, repetí el chapuzón y poco a poco descubrí que me divertía más si pasaba el río nadando. Me sumergí en la profundidad y encontré tesoros escondidos, que están reservados solamente para aquellos que se atrevan a llamar lo que no es como si lo fuera. Sonó el silbato, se terminó la clase, pero la diversión aún continua. Pronto escribiremos una nueva historia; jugaremos y viviremos otra realidad.
¿Quieres saber un poco más de esta realidad? Aprovecha cada instante que tienes para jugar con tu hijo o hija. El juego es un regalo maravilloso, una forma de instruirlos, ayuda a afianzar el vínculo familiar, desarrolla confianza, seguridad e independencia y te transforma también a ti al saber que es posible llamar lo que no es como si lo fuera.
Liliana Ramirez
Profesora Clase Sensoriomotora